Originalmente, "forro" hacía referencia a una funda o cobertura, como el forro de un libro o el revestimiento de un objeto. Con el tiempo, la palabra se utilizó metafóricamente para describir a personas que son percibidas como falsas, hipócritas o desleales, porque "cubren" su verdadera naturaleza con una fachada engañosa. La asociación con el preservativo o condón (que también se llama "forro" en Argentina) reforzó esta connotación de algo que cubre o envuelve.